Anakia es un término en wayuunaiki; idioma del pueblo wayuu. Esta palabra la utiliza esta población para referirse a las cámaras fotográficas o cámaras de video, que traduce; algo que alumbra o alumbrador. La mayoría de las abuelas y abuelos de este pueblo no permiten que los fotografíen, se debe a que para ellos la luz que proyecta la cámara para capturar la imagen les puede robar el espíritu. Ellos dicen que deben cuidarse de esa tecnología que puede robarle la fuerza a la energía de su alma. Esto comúnmente suele suceder con las abuelas que son autoridades espirituales y con las visionarias espirituales. Quizás para otros pueblos étnicos suceda igual.
Los rituales sagrados para este pueblo indígenas tampoco pueden ser registrados en su totalidad, ya que una vez que ellos permiten su completo registro pierde la fuerza espiritual, deja de ser sagrado, detallan que los ancestros se apartan y abandonan la conexión en el ritual. Si llegan a permitir el registro es hasta cierto límite, ya que permitirlo es una falta a la memoria de sus ancestros, muchos espíritu al faltarles el respeto terminan abandonando a la persona con la que suelen mantener esa conexión espiritual permanente, y estos una vez que son abandonados por ellos terminan enfermos y pueden llegar hasta morir.
Los comunicadores indígenas y quienes hacen comunicación indígena deben ser muy respetuosos con los pueblos al momento de abordar su trabajar, deben primeramente poseer una investigación profunda sobre el tema que desean trabajar. El respeto hacia los pueblos debe comenzar primeramente por los mismos comunicadores, lo cual implica garantizar respeto por ellos mismo como parte de un grupo étnico.
Un comunicador indígena debe conocer y comprender la trascendencia de lo sagrado para ese grupo étnico, alcanzar descifrar cada elemento que le da vida a esa manifestación. Es importante que comprendan que no se trata solo de lograr un trabajo excelente en el manejo y uso de las herramientas comunicacionales, sino entender que poseen un propósito que va más allá de lo técnico.
En esta labor los comunicadores indígenas no deben detenerse solo en el manejo profesional de estos equipos, sino quedarían como un comunicador no indígena con poca profundización invetigativa sobre el trabajo que emprenderà . Deben empoderarse principalmente de los saberes de su pueblo, ser un gran intérprete de las realidades y analizar los problemas que padecen estos pueblos, estar claros culturalmente. Solo de este modo los comunicadores indígenas y los que no son indígenas pero hacen comunicación indígena, podrán alcanzar producir contenidos que verdaderamente logren ayudar a los pueblos a emprenden desde sus territorios procesos de reafirmación cultural, social y político.
No basta con ser un comunicador indígena y que posea conocimiento sobre el uso de las TIC, y sobre la producción de una bonita literatura indígena, es clave comprender que es el momento de los pueblos, en el cual las comunidades requieren de un comunicador que posea la voluntad, el deseo de producir contenidos que ayude a los pueblos a descolonizarse, a unirse y caminar juntos, a reflexionar, a reconocerse como parte de una comunidad antigua, a creer en ellos. Se necesita a un comunicador indígena que ayude a los pueblos a enseñarle al mundo a conocerlos desde el respeto cultural...
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