viernes, 3 de enero de 2014

Los tres secretos de la abundancia

Los tres secretos de la abundancia
Aquí están tres secretos de la abundancia que te ayudarán a aprovechar tu capacidad natural para canalizar la abundancia en tu vida y en las vidas de los demás:

secretos abundancia
1. Reconoce tu verdadera naturaleza abundante.
El secreto para empezar a darte cuenta de tu naturaleza abundante es abrir tu corazón, y aceptar plenamente la abundancia que ya ha bendecido tu vida. Retira cualquier blindaje alrededor de tu corazón e imagina que le prendes fuego. Deja que esta armadura se derrite fuera de ti. Entonces, respira profundamente y abre tus brazos al máximo, invitando a este abundante universo a entrar dentro de tu corazón. Con cada respiración, imagina que TODO el Universo se está derramando dentro de tu corazón: todas las estrellas, los planetas, la Tierra y todos sus habitantes. Siente como tu vida es realmente abundante.

2. Celebra con gratitud toda la abundancia que ya te rodea.
Hay una gran cantidad de personas en el planeta que están creando cosas para nosotros, cultivan alimentos, y trabajan para llevarte el agua que necesitas para beber. Deja entrar toda esta abundancia de alegría, placer, oportunidades, y risa en tu corazón. Siente esta abundancia dentro de tu ser. Ya has sido y siempre serás bendecido por la abundancia del Universo. Puedes tener la puerta cerrada dentro de tu corazón, impidiendo que la abundancia entre, debido a pensamientos de escasez que hayas adquirido en tu vida. Conscientemente abre esa puerta ahora, y proclama la verdad al Universo diciendo: Yo soy un ser verdaderamente abundante. Grita este mensaje una y otra vez hasta que sientas que ha penetrado profundamente en tu alma.

3. Se un canal de abundancia para los demás.
Una de las mejores maneras de activar el flujo de la abundancia dentro de ti, es la práctica de dar a los demás, con el conocimiento de que eres un ser infinitamente abundante que nunca morirá. Dado que la abundancia es una corriente de energía positiva infinita, entre más abierto te encuentres, mas sentirás esta energía, y entre más los compartas con los demás, más sentirás esta abundancia natural dentro de ti. Puedes empezar por repartir amor a aquellos que lo necesiten, compartir ideas, enviar mensajes inspiradores, regalar un poema o una tarjeta, sólo por la alegría de dar, empezarás a sentir esa energía de abundancia y amor. Imagínate un mundo, donde solo existe la abundancia infinita de amor, dinero, energía y la alegría de compartir libremente. La escasez, la codicia y el temor se acabarían, cuando todos compartimos libremente desde un estado de abundancia ilimitada. Sería imposible que hubiera otra guerra. Te invitamos a realizar un acto de bondad a personas al azar, si no puedes hacerlo por ellos, hazlo por ti mismo, de modo que puedas sentirte más abundante. Existen infinitas maneras de compartir y activar dentro de ti el sentimiento de la abundancia infinita. Solo déjate llevar por tu corazón, aprovecha cada contacto que tengas con los demás y empieza a manifestar la abundancia infinita de tu ser.

Marcela Lagarde - Enemistad y sororidad: Hacia una nueva cultura feminista

 

El feminismo constituye una cultura que, en su globalidad, es crítica de un sujeto social -las mujeres-, a la sociedad y la cultura dominantes, pero es mucho más: es afirmación intelectual, teórica y jurídica de concepciones del mundo, modificaciones de hechos, relaciones e instituciones; es aprendizaje e invención de nuevos vínculos, afectos, lenguajes y normas; se plasma en una ética y se expresa en formas de comportamiento nuevas tanto de mujeres como de hombres. Como nueva cultura, el feminismo es también movimiento político público y privado que va de la intimidad a la plaza; movimiento que se organiza, por momentos con mayor éxito, para ganar pedazos de vida social y de voluntades a su causa, y para establecer vínculos y encontrar su sitio en otros espacios de la política.
En segundo término, es preciso reconocer en la cultura feminista la diversidad de feminismos que surgen de sus distintos momentos de elaboración de acción, de sus historias y de las particularidades de las mismas mujeres que han participado en y de esta cultura vital. Definen también a los feminismos, las sociedades en que ocurren, sus formas de organización, así como la cultura política prevaleciente entre quienes la enarbolan y quienes la combaten; por cierto, el feminismo se despliega en ambientes democráticos y contribuye a crearlos.
En efecto, hoy es posible reconocer ya una cultura feminista. Es posible también distinguir en ella diversos feminismos, constituidos por las formas específicas en que se organizan el conocimiento y la sabiduría, los lenguajes, los hechos y las experiencias políticas personales y colectivas protagonizadas por las mujeres.
Nuestro feminismo se caracteriza:
a) Por ser una crítica marxista a la historia, incluso a la que han elaborado los marxistas. Y lo es, en dos sentidos: uno antinaturalista que pone en el centro el devenir de la sociedad y la cultura como creaciones sociales y analiza el surgimiento de hombres y mujeres, como productos tardíos y sofisticados en el proceso histórico. Se caracteriza este feminismo marxista, por el esfuerzo en la rehechura de la historia por las mujeres, desde su propio sitio, y devela la estadía de las mujeres en la historia misma.
b) Por ser una crítica etnológica al androcentrismo, a partir de la cual, el feminismo deviene filosofía cuyo eje recoge la diferencia (genérica, erótica, étnica, nacional, lingüística, de edad, entre otras), integra al ser mujer, y permite el análisis de sociedades y culturas genéricamente constituidas.
c) Por incorporar una crítica psicoanalítica de la cultura que considera historia sólo a la racional, a la evidente: es una concepción que devela e incorpora dimensiones psíquicas de la experiencia -como las síntesis entre lo inconsciente, lo preconsciente y la conciencia, entre lo real, lo imaginario y lo simbólico-, a la concepción de la realidad y la considera determinante en la historia.
d) A la definición clásica de lo humano, de lo cultural, por el trabajo, hemos sumado otras actividades creativas: al valor otorgado a la racionalidad, incorporamos el valor de nuestra irracionalidad; a la visión esquemática y autoritaria de la política, enfrentamos una visión de la vida toda, como política; a la separación de cuerpo y mente incorporamos la integración de dimensiones diversas en cada sujeto, que involucran el cuerpo y la mente, los afectos, las actividades intelectuales y la sexualidad erótica y procreadora: construimos sujetos multidimensionales; a la afirmación del progreso de la humanidad respondemos con la idea de la inexistencia de la humanidad debido a la enajenación de los sujetos que nos antagoniza, y a la de progreso respondemos con la demostración de que es éticamente inadecuado y teóricamente inconsistente afirmar el progreso de una humanidad que no existe, entre otros hechos, debido a la opresión patriarcal de las mujeres y a las diversas opresiones con que se combina: las opresiones de etiología clasista, étnica, nacional, religiosa, de edad, así como la no sintetizada opresión de la violencia, y las que surgen de la inminencia de la destrucción de todos por unos cuantos, o de la salvación a cambio de la obediencia.
Como estas aproximaciones a la realidad las mujeres feminizamos, de hecho, las representaciones del mundo e intentamos modificar las formas de vida. Son creaciones colectivas hechas desde el lugar que las mujeres ocupamos en el mundo y hoy son realizadas principalmente por mujeres. Sin embargo, el feminismo es un espacio abierto y se enriquece con hechos que suceden en los lugares más alejados y en los recovecos de la vida social y la cultura: los avances civiles, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, los alcances cada vez mayores de difusión de la palabra, de la voz, de la imagen, la emancipación de otros grupos, todo ello es riqueza de la que nos hacemos cargo.
El feminismo es una voz, es palabra diferente que nombra, enuncia, devela, analiza y duda, son nuevos valores y códigos éticos, y es hedonismo cuyas raíces tienden a la síntesis vital de lo físico, de lo afectivo, de lo intelectual y de lo erótico. El feminismo sintetiza la experiencia histórica de un género en la que cuerpo y mente, cuerpo y afectos, razón y afectos, no están separados: las mujeres somos nuestros cuerpos y nuestra subjetividad.
El feminismo es, en esencia, política en acto. Es una crítica filosófica e ideológica a la cultura política autoritaria y al poder como dominio, y reivindica en acto el poder como derecho a existir, como afirmación de los sujetos por sí mismo.
Como concepción del mundo inacabada y desigual de las mujeres, el feminismo es subjetivo porque expresa sujetos particulares incrédulas de la verdad, del dogma, de la perfección y de la objetividad. Es un conjunto de concepciones con distintos niveles de integración que siempre está por ampliarse; su condición es el cambio. El feminismo incide y surge de las formas diferentes de ser mujer, en cada mujer.
De esta manera, el feminismo se perfila como alternativa a la cultura política porque, en contradicción con las teorías de la revolución, es una de esas revoluciones que en su permanente construcción - desconstrucción no estalla, no irrumpe: ocurre cotidianamente y en su devenir transforma a mujeres y hombres, a las instituciones, a las normas, a las relaciones; enfrenta y desacraliza los fundamentos de tabúes, así como los ritos y los mitos que hacen su representación simbólica.
Desde su parcialidad, el feminismo anticipa la necesaria visión sobre la condición masculina que aún no emerge de los hombres, en tanto género que no puede reivindicarse más como estereotipo de lo humano.
AdjuntoTamaño
Enemistad y sororidad.pdf148.83 KB

Olga Tañon - Hielo y Fuego (Official Music Video) (+lista de reproducción)


las pequeñas cosas - las chicas del can letra