viernes, 11 de noviembre de 2011

INDIGNADOS EN EL SUR



Darío Botero Pérez

La reforma educativa ordenada por el torpe Imperio, ha suscitado rechazos democráticos y ejemplares en Chile y Colombia, inflingiéndole al Neoliberalismo una derrota que habrá de resentir, pues hace parte de la lucha global de los Indignados por enterrar las sociedades jerárquicas y consumistas.

En consecuencia, la insurgencia estudiantil contra la añorada “privatización de la educación” -ordenada por el Imperio desde hace bastantes años, desde el gobierno de Carlos Lleras Restrepo (1966-70) se rastrea en Colombia, pero siempre fracasada por la férrea oposición de los pueblos-, representa la notificación de que chilenos y colombianos están asumiendo las banderas de los Indignados, de modo que la decadencia de los vendepatria es inevitable.

En últimas, aunque retrasó el proceso de cambio social, el asesinato de Allende no sirvió para nada diferente a elevar la conciencia de los hombres libres y dignos.

Gracias a las torpezas de los “think tanks” del decadente Imperio, no sólo de sus ideólogos “economistas” influenciados por la sionista atea, Ayn Rand, los esclavizados han entendido que los potentados y sus sirvientes son enemigos irreductibles de los pueblos.

Tal es el caso con Augusto Pinochet o Álvaro Uribe Vélez o Juan Manuel Santos o Ricardo Martinelli o Laura Chinchilla o Porfirio Lobo o Felipe Calderón, ahora medio arisco con el Imperio asesino y depredador que está convirtiendo a México en un país paria. Por eso lo vemos exigiendo legalizar los alucinógenos, para ejemplo de los demás sátrapas traidores, incluidos los “antiimperialistas” y “revolucionarios” tipo Gadafi, el socio de Berlusconi, Sarkozy, Obama y demás lacras gobernantes.

Los lacayos degenerados e hipócritas caerán junto a los potentados, que ya están cayendo como lo vemos en Italia con la cosa Berlusconi, el pedófilo capo di capi que pretende imponer las medidas neoliberales antes de presentar su renuncia como Presidente del Consejo de Ministros.

Desde luego, Berlusconi saldrá, pero no tras recortar las conquistas sociales de los italianos para que los banqueros ladrones consoliden sus crímenes económicos contra la Humanidad, sino como parte del derrumbe mundial de los impostores que han abusado de la Humanidad durante 10.000 años. O sea, en el abominable y “progresista” período conocido como la “Historia” que los potentados, a pesar de su evidente incapacidad y decadencia, pretenden prolongar.

En Latinoamérica las multitudes están decididas, de modo que los movimientos sociales -suscitados alrededor del rechazo a las aspiraciones de los potentados por imponer, en vez de la sociedad del conocimiento que nos augura el desarrollo técnico científico alcanzado, una sociedad de borregos acríticos y especializados, amaestrados por las multinacionales- han de asumir las banderas del cambio social radical que están generando las condiciones para sacar adelante la soñada y merecida Revolución Mundial Democrática; o sea, la que nos reconozca a todos la condición de seres humanos, dignos de todas las consideraciones, libres, independientes y soberanos, pero altamente solidarios y gregarios.
El cambio radical es la única respuesta posible para derrocar a los podridos gobiernos jerárquicos que han envilecido a la especie, orientándola hacia el crimen, la guerra, el saqueo, los genocidios, la miseria y la depredación de la Naturaleza. Las convenciones sociales que les reconocen superioridades a los desalmados sicópatas dispuestos a cualquier crimen para consolidar su poder, ya no calan ni convencen. Es hora de cambiarlas por otras más racionales y favorables a la evolución humana.

Aceleradamente, por todo el mundo y de manera simultánea, las multitudes conscientes repudian a los políticos profesionales que suelen suplantarlas. Ya no reconocen que un ser humano pueda representar a otro, como pretenden hacernos creer los liberales con su desacreditada y falsa democracia representativa, o los caudillos mesiánicos que posan de dioses omnipotentes.

Tampoco admiten que algunos individuos puedan controlar a la sociedad monopolizando el servicio público representado por el dinero y los sistemas financieros. Entienden que éstos son convencionales, de modo que darlos de baja es bastante fácil. Basta negarle la libre circulación a las divisas sin valor, como el dólar, remplazándolas por sistemas monetarios nacionales que recuperen la soberanía para los pueblos y sustenten una economía racional y solidaria que elimine las falsas superioridades fundadas en la acumulación del equivalente universal (el tal dinero o excremento del demonio).

En consecuencia, cada día se pule más la respuesta de los demócratas a los potentados que los han engañado consuetudinariamente para despojarlos de la riqueza que crean con su trabajo…

Las gentes dignas se despojan de las telarañas ideológicas que les imponen los dirigentes para enfrentarlos a quienes piensen diferente u ostenten otra nacionalidad, presentándolos como enemigos sin derechos a quienes se puede matar y despojar impunemente, contando con la complacencia y el reconocimiento social de los dirigentes, quienes no tienen inconveniente en calificar de héroes y condecorar con las máximas distinciones “patrióticas” a los jóvenes que convierten en asesinos para que sus manipuladores conserven y confirmen su “superioridad”.

Sin duda, las protestas populares en Colombia, suscitadas por la pretensión neoliberal de imponer la privatización de la educación superior (que complementaría la de la salud, convertida en mercancía por el gurú de Salgar desde que fue el senador estrella durante el gobierno de César Gaviria Trujillo), servirán para convocar la ira popular contra las desastrosas recetas neoliberales. En consecuencia, no se trata de derrotar únicamente la reforma de la educación.

Todas las medidas impuestas por el mafioso dictador Álvaro Urbe Vélez, lacayo incondicional del Neoliberalismo, ahora venido a menos porque Santos les es mucho más útil en las circunstancias actuales, han de ser repudiadas. En particular, las agresiones a la Naturaleza, representadas por las actividades extractivas de minerales, fauna, flora y maderas, tanto como por las grandes obras de infraestructura planeadas (represas, carreteras, túneles), tienen que ser denunciadas y detenidas definitivamente, pues destruyen el hábitat de la Vida y nos condenan a la miseria eterna para que unos vendepatrias puedan disfrutar de fortuna y consideración por los potentados que todo se lo apropian para envilecerlo.

En esas estamos los pueblos, forjando aceleradamente el futuro de justicia e igualdad que queremos y que los potentados no pueden impedir si la decisión es mayoritaria, como lo está siendo.

La lucha contra la privatización de la educación apenas es el símbolo de la lucha definitiva contra el sistema social depredador y jerárquico que ha imperado durante la agónica Historia. La inhumación de los potentados es inminente, simultánea y mundial. A ella puede concurrir todo el que quiera.
Bien podríamos programarla para celebrar el primer aniversario de la auto inmolación de un héroe auténtico: Mohamad Bouazizi, el 17 de diciembre.

¡Así de cerca puede estar nuestro paraíso en la Tierra! ¡Basta que lo decidamos y lo impongamos! El tiempo es ya y para todos los mansos de corazón capaces de vencer a los sicópatas mediante una acción solidaria de alcance mundial.
Para ambientar el peligro, me permito anexar la “Biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez”. Es un personaje puesto como modelo para muchos vendepatrias porque reúne en extremo la doble condición anhelada por los potentados para sus cipayos. Es mafioso y neoliberal incondicional.

El libro recoge parte de los antecedentes criminales del hábil chalán y peligroso enemigo de la Humanidad, Álvaro Uribe Vélez, antes de comenzar sus ocho años de dictadura ruinosa y vergonzosa.

Son proezas delictivas ejecutadas antes de su oprobioso gobierno que en algo trata de enmendar Santos, al menos en lo referente a disputarles el poder a los emergentes, pues en la aplicación de las recetas neoliberales es tan sumiso como cualquier vendepatria de cualquier parte.

En fin, recuerda que no hay salvadores, pero entre todos podemos salvarnos si dejamos de seguir engañados por los “superiores”, esos enanos morales carentes de ética pero plenos de codicia y maldad.

Para que se observe el papel que juegan los potentados en estos desastres económicos, sociales y ambientales, también considero interesante agregar unos documentos sobre algunos movimientos de los Indignados; la hipocresía de las instituciones jerárquicas, sean de origen electoral o no; y el embrutecimiento propiciado por los medios.