domingo, 29 de enero de 2017

El síndrome de Ixcanul: ¿entre realidad y película? – Parte I


por  - 

Sandra Xinico Batz
El arte al no ser neutral tiene la capacidad de inducirnos, de guiarnos a un fin determinado y el cine es un arte (el “séptimo”, como le dicen). Es ingenuo pensar que las “buenas voluntades” mueven al mundo y que nada es determinado. En un país como Guatemala, hablar, escribir, proyectar, escenificar, (etc.) la vida indígena (ahora) dota de beneficios, claro, cuando no son los indígenas (mismos) quienes con sus demandas estructurales (y sobre todo cuando sus voces emergen de la pobreza, fuera de lo académico, de la fama, o sea, siendo un/a nadie) alzan la voz para ser escuchados. Cuando los pueblos indígenas con su propia voz y a su forma se pronuncian sobre su situación son severamente juzgados, pero cuando se habla sobre ellos con la voz de un no indígena la cosa se transforma, ya no es igual (entonces sí escuchamos).
Vivimos en un país mayoritariamente indígena cuya cultura y complejidad se redujo simplemente a “lo indígena”, haciendo desconocido (casi por completo) su historia y sus formas de concebir y de vivir la vida. El racismo no nos permite reconocernos como culturas distintas sino que partimos de descalificar al otro para sentirnos y hacernos superiores. Este contexto de racismo es lo que hace de Ixcanul una película tan famosa y celebrada en su propia casa (Guatemala) porque aparentemente muestra un pedazo de vida indígena que estamos dispuestos a ver y “entender” únicamente a través de una pantalla, simulando que lo que allí encontramos es real y es toda la “vida indígena”, es más, hasta nos indignamos por su forma de “vivir” e inmediatamente reafirmamos estereotipos inherentes a los indígenas como la pobreza, el alcoholismo, el machismo, el monolingüismo, entre otros.
Sentimos lástima de lo que la pantalla nos traduce como la “situación de la mujer indígena”, dando por hecho que en este país únicamente los indígenas son machistas, consumen alcohol y son pobres y las otras culturas no ¿?, pues ellas si son “desarrolladas”, omitiendo con esto el reconocimiento de problemas estructurales que atraviesan a los distintos pueblos (también al ladino) como el patriarcado, el clasismo, la desigualdad, que no son ajenos a los pueblos mayas y que los hace culturas complejas, no homogéneas, con contradicciones, élites y clases sociales.
He visto Ixcanul fuera de los cines y luego de toda una travesía por encontrarla en uno de los mercados más grandes de la ciudad, así como lo pobres consumimos el séptimo arte en este país, donde no se tiene para comer y mucho menos para ir al cine. La he visto en mi idioma, en kaqchikel, algo que me impactó, pues es mi idioma nato y a pesar de ello no la entendí, el kaqchikel utilizado en los diálogos me pareció inentendible, algo que corroboré con otras personas kaqchikeles que tampoco la entendieron. En ese momento me surge una gran duda, pues uno de los éxitos de la película era precisamente eso, que está en kaqchikel y entonces ¿para quién o quienes está hecha la película?

Somos un medio de comunicación veraz y responsable. Único vespertino de Guatemala, desde 1920.

sábado, 21 de enero de 2017

Los DERECHOS HUMANOS no son argumentos de discusión




Gloria Jusayu


Los DERECHOS HUMANOS no son argumentos de discusión . Los derechos humanos, son acciones  que se ejercen, que se viven y se viven en nuestras pieles  y se viven en las relaciones con todos los demás.
Los pueblos indígenas quienes no somos responsables del cambio climático, somos obligados a asumir el costo del problema, se nos pide que nuestras comunidades sean sumideros de carbono para la siembra de monocultivos se nos pide que permitamos la construcción de represas hidroeléctricas en nuestros ríos, porque estas son considerados energía renovable.
¡Se nos pide producir biocombustibles  dar nuestra tierra para el biocombustible porque ya no hay más petróleo en la tierra. Estos son los problemas que los pueblos indígenas enfrentan y creo que debemos interponer firmemente una demanda ya que nuestra capacidad para resolver el problema es muy limitada porque carecemos de suficiente apoyo internacional  y que en realidad muchas de las acciones de mitigación están destruyendo nuestra tierra y recursos.
La ofensiva del capital sobre los territorios indígenas en los próximos años tiene una dimensión sin precedentes históricamente.  Si los pueblos indígenas están sometidos a este proceso de despojo de  pauperización  es una situación de enorme riesgo.
Todo este conjunto de estructuras jurídicas a nivel internacional y todos los países se declaran pluriètnico  y aceptan la diversidad  etc.
No tienen instrumentos concretos para defender esa realidad de los pueblos indígenas y se trata del TERRITORIO  no de otras muchas cosas y ya sabemos nosotros porque se trata del TERRITORIO  y donde se ubica el poder político en el TERRITORIO el poder y la autonomía  es en el TERRITORIO está muy que le den los derechos  a las personas  pero los derechos tienen un asiento que es en los TERRITORIOS , entonces mientras no haya un  derecho pleno a los territorios no hay posibilidad de ejercer autonomía efectivamente y nos encontramos con que ninguno de estos instrumentos garantizan aun firmado por los países que luego no lo cumplen garantizan la autonomía y autodeterminación sobre los TERRITORIOS  .
Para los pueblos y mujeres indígenas el dialogo respetuoso con la naturaleza es vital para lograr nuestro equilibrio material y espiritual nostras las mujeres somos la única mayoría del mundo no hay otra mayoría, no hay otro grupo de personas en este planeta que constituye  más del 50% de seres humanos  ¡nosotras somos la mayoría ¡ no importa que tan diferente seamos, no importa los lugares de donde vengamos, nuestras preocupaciones son los mismos queremos ser buenas madres queremos que nuestros hijos estén seguros , alimentados , queremos agua limpia, un lugar donde dormir queremos que nuestros derechos sean respetados.
Las nuevas generaciones de liderazgos deben ser cada vez mejores, asumir el compromiso de superar las mayores con una educación que se inspire en la matriz cultural propia y recoja lo mejor de otras culturas.
Nuestra mayor preocupación es el cambio climático porque nuestra vida depende de la madre tierra esto implica temas difíciles de conciliar con los estados como el territorio y la autonomía la explotación de los recursos naturales amenazan nuestras culturas y agudizan los problemas medios ambientales que no solo a los pueblos indígenas si no a toda la humanidad enfrenta. Reconocer la tierra, el territorio es la base principal de la identidad y espiritualidad de los pueblos indígenas y el principal sostén económico y en consecuencia trabajar estratégicamente para sal guardar el TERRITORIO